La muralla que queda en el registro es apenas una parte de Cartagena, una ciudad que irrumpe con sus sonidos en medio de la grabación, mientras el equipo de producción trata de evitar a toda costa que en la época colonial se cuele la algarabía del siglo veintiuno. Para Hilda Hidalgo, directora costarricense, esta ciudad no sólo inspiró a García Márquez sino que conserva las locaciones perfectas para rodar su propia versión de la novela Del amor y otros demonios.
Hace un par de años vimos otra realización inspirada en la obra de García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, esta nos había dejado decepcionados de las adaptaciones literarias, y empezamos a creer que realmente resultaría complicado transformar los paisajes escritos en imágenes visibles en la pantalla grande. El desatino de Mike Newell, director de la película, recibió críticas acertadas y severas, se quedó sin reconocimiento en dirección ni actuación y no obtuvo galardones que recompensaran los altos costos de producción.
Una nueva adaptación tiene la oportunidad de sacarnos de la desilusión. Rodar una película basada en una novela del mismo escritor, y teniendo como escenario una vez más a Cartagena, no podía ser una labor sencilla, aun así Del amor y otros demonios demostró lo acertado que resulta desprenderse de la literatura para buscar una narración cinematográfica que conserve sus libertades. Hilda Hidalgo eligió su punto de vista para contar y descartó los detalles que no estuvieran en la línea de su propia versión de la novela. Simplemente la labor del cine hace de cada ficción una nueva ficción, sin deudas ni fidelidad a lo escrito, pero sí, como ella señala, conservando la esencia de una historia que surgió de una mente ajena.
La adaptación de esta directora, lleva con lentitud al espectador, lo calma entre silencios precisos y lo encierra, obligándolo a tomar parte de una historia que minutos atrás le era totalmente desconocida. Con facilidad la trama se conjura con la seducción de la buena fotografía para mantenernos, por lo menos un tiempo, por fuera de la realidad.
Nota: qué más da, se trata de que la vean, así que vayan el próximo sábado (23 de octubre) al cinema de Acrópolis, porque hay función gratis a la 1:00 pm, y a las 9:30 am en el Centro Cultural del Oriente habrá conversatorio con la productora de la película, Ana Piñeres. Todo en el marco de la Semana del Cine Colombiano.
*Imágenes tomadas del kid de prensa de la película, cedidas por el Consejo de Cinematografía de Santander.
Nota: qué más da, se trata de que la vean, así que vayan el próximo sábado (23 de octubre) al cinema de Acrópolis, porque hay función gratis a la 1:00 pm, y a las 9:30 am en el Centro Cultural del Oriente habrá conversatorio con la productora de la película, Ana Piñeres. Todo en el marco de la Semana del Cine Colombiano.
*Imágenes tomadas del kid de prensa de la película, cedidas por el Consejo de Cinematografía de Santander.
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